El Informe mundial de la Organización Mundial de la Salud (OMS) sobre la situación sanitaria de refugiados y migrantes concluye que millones viven en situación de vulnerabilidad y tienen peor salud que la población de sus países de acogida, sobre todo cuando sus condiciones de vida y de trabajo son deficientes.
Dicho informe señala que este grave problema tiene nefastas consecuencias y va a dificultar que se alcancen los Objetivos de Desarrollo Sostenible relacionados con la salud de estos grupos poblacionales.
El doctor Tedros Adhanom, Director General de la Organización Mundial de la Salud (OMS), ha señalado: “Casi una de cada ocho personas es migrante, y en total hay cerca de 1000 millones de migrantes en el mundo.
La migración afecta enormemente la salud y el bienestar, y los refugiados y migrantes continúan siendo uno de los grupos más vulnerables y desatendidos en muchos países.
La Organización Mundial de la Salud OMS insta a actuar de forma urgente y coordinada para que los refugiados y migrantes de todo el mundo puedan disfrutar de servicios sanitarios que tengan en cuenta sus necesidades.
La Organización Panamericana de la Salud (OPS) está ejecutando un proyecto en coordinación con las autoridades nacionales de diez países de América Central y del Sur para proteger la salud de los migrantes y garantizar su acceso a los servicios de salud.
Según la Organización Internacional para las Migraciones (OIM), América del Norte fue el destino de 59 millones de migrantes internacionales en 2020. En América Latina y el Caribe, el número de migrantes se duplicó con creces desde 2005, hasta alcanzar los 15 millones en 2021.