Sara Henríquez, se sumó a la lista de activistas y opositores que desde el exilio lamentaron la muerte de un familiar cercano. En este caso, su progenitora, doña Sara García, a quien no pudo acompañar físicamente en su lecho de enfermedad, velorio y funerales. El deceso ocurrió el fin de semana en la ciudad de León.
Igual situación vivieron los presos políticos Max Jerez y José Adán Aguerrí, que no fueron autorizados por la dictadura de Daniel Ortega para asistir a las exequias de sus progenitoras. Situación similar vivió Medardo Mairena, a quien tampoco le permitieron ir al entierro de su hermano que murió en un accidente de tránsito.
“Esa misma venganza política sufren miles de exiliados políticos que han tenido decesos de familiares y por su condición de perseguidos no pueden venir al país”, sostienen opositores.
Sara Henríquez García participó en abril de 2018, en la marcha de jubilados en el departamento de León que protestaron por la reforma a la seguridad social.
También se involucró en marchas cívicas de autoconvocados que pedían la salida del poder de Daniel Ortega y fue parte de la articulación leonesa que agrupaba a varias organizaciones de la sociedad civil que se sumaron a las demandas de respeto a los derechos humanos y restauración de la democracia en el País.
Los operadores políticos del régimen no tardaron en asediar, perseguir y amenazar a Sara Henríquez e incluso paramilitares de Ortega llegaron a apedrear su vivienda y la amenazaron con incendiar su casa, así lo denunció ella misma en la emisora Radio Darío.
La vida y seguridad de la dirigente social estaba en peligro, por el permanente acoso e intimidación de fanáticos del partido sandinista. Para salvaguardar su libertad y su vida, abandonó Nicaragua.
Desde el exilio mantuvo comunicación con su madre, hermanos y restos de familiares.
Henríquez García es fundadora del Movimiento “Mujeral en Acción”, una organización defensora de los derechos de las mujeres, niños, niñas y adolescentes, y desde ese espacio mantuvo una permanente lucha en contra de la violencia machista y gubernamental.
Además, fue integrante de la Red de Mujeres contra la Violencia, ahí se involucró en el diseño de estrategias para la igualdad de género y en la discusión, análisis y elaboración de la Ley 779, normativa creada en defensa de los derechos integrales de la mujer.
Desde el exilio, Henríquez trabaja en la denuncia de las violaciones de los Derechos Humanos y en campañas permanente demandando la libertad sin condiciones de las personas presas políticas y el respeto a los Derechos Humanos.
Lideresas feministas de Nicaragua y opositores que conocen los aportes que ha hecho Sara por la restauración del Estado de Derecho y la Democracia de Nicaragua, expresaron sus muestras de condolencia a la familia Henríquez García, mediante redes sociales, ante el sensible fallecimiento de la distinguida dama leonesa “Sara García.”
“Mami querida, hoy tu nieta Biri y yo vamos volando. Ya estaba programado, en la madrugada antes de salir a rumbos diferentes tu Luisito, la Berì y yo, nos enteramos de tu partida”. “La Beri y yo te acompañamos en este bello cielo”, “ayer ella y yo leímos un rótulo que decía: Las nubes pasan, pero el cielo permanece”.
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“Así de intacto permanece tu amor. Nosotras seguimos volando con vos”, escribió en su cuenta de Facebook.