La fotografía del abogado Iván Ramiro Velázquez Rivera se viralizó en redes sociales el fin de semana. Una organización publicó su rostro y su número de identificación nicaragüense para tratar de localizar a su familia.
El cuerpo de Velázquez Rivera fue encontrado en estado de descomposición a orillas del río Bravo en México el sábado 28 de mayo.
Iván Ramiro salió de León el 19 de abril rumbo a Estados Unidos. La última comunicación con su esposa fue el martes 24 de mayo. Ese día aprovechó para enviarle una fotografía de la ciudad de México y decirle “todo saldrá bien”.
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RECIBÍ UNA LLAMADA
El domingo como de costumbre Francis Yamalia Mendoza Duarte, esposa y madre de los hijos de Iván Ramiro, recibió una llamada. Alguien le dijo que el nombre de su esposo y cédula aparecían en redes sociales y que trabajan de localizar a la familia.
La mujer de inmediato cortó la llamada para buscar para verificar por su cuenta.
“Corté la llamada porque no sabía si era él y empecé a buscar. Yo decía que no era él porque me dijo que cuando llegara al río (Bravo) iba a botar sus papeles”.
SU ESTANCIA EN MÉXICO
La idea de migrar a Estados Unidos nunca fue vista de buena manera por Francis Yamalia. Siempre le sugirió que mejor viajara a un país de Centroamérica, por la distancia y porque no es muy peligroso, asegura.
Ivan Ramiro vendió su moto, y el 19 de abril “de un día para otro me dijo me voy, y se fue”, cuenta Francis, su esposa.
El 22 de mayo le comentó a su esposa que había llegado a Tapachula, México. Incluso realizó trámites ante la Comisión Mexicana de Ayuda al Refugiado (COMAR) donde gestionó luego de varios días un permiso temporal para transitar por ese país.
“Él llevaba su carnet de abogado y me dijo que se estaba quedando sin dinero, y yo le envié para que pagara donde se estaba quedando. Estuvo vendiendo chips para comprar su comida porque no quería gastar lo que le mandé”.
SABÍA NADAR
Entre la última comunicación con su esposa y la tragedia que privó de la vida a Iván Ramiro pasaron cinco días. Por esa razón su esposa, nunca supo en qué comento iba a cruzar el río.
Francis Yamalia de algo cree estar segura y es que su esposo no pudo morir ahogado porque afirma “sabía nadar”.
“Jamás pensé que pasara esto, nadie lo espera. Yo digo que no fue porque no sabía nada que se ahogó”.
Su esposa cree que un problema en una de sus piernas y una trombosis pudo provocar que se ahogara en el rio.
“Yo le dije que no se moviera porque llevaba un problema y tenía un mes de tomar medicamento para una trombosis y no sé si le afectó a la hora de nadar y meterse al río”.
LA REPATRIACIÓN
Los restos de Iván Ramiro Velázquez Rivera serán cremados en México debido a su estado de descomposición. Su esposa ahora pretende repatriar sus cenizas para enterrarlas en la ciudad de León.
Para lograrlo, la familia debe reunir al menos 2.800 dólares que es el estimado que deben pagar por los servicios funerarios y el trasladado a Nicaragua.
Además deben buscar a una funeraria local para en Managua los restos del nicaragüense sean entregados, lo que implica otro gasto.
LOS SUEÑOS DEL ABOGADO
Iván Ramiro migró de forma irregular con el sueño de darles una mejor vida a sus hijas de 12 y 5 años. Una cursa primer año de secundaria y otra el tercer nivel de la educación inicial.
Logró graduarse como abogado pero los honorarios compartidos por no contar con su sello, no le generaban la mejor renta.
Por 11 años estuvo en la esquina de los talleres Ford en León vendiendo CDs, pero “por la situación del país”, decidió irse.
Durante el fin de semana, la organización Nicaraguan Texas Community, informó del deceso de tres migrantes nicaragüenses, que intentaban llegar a territorio estadounidense pero fueron arrastrados por las aguas del río Bravo, fronterizo con Estados Unidos y México. Uno de ellos fue Iván Ramiro.