Cada septiembre, Nicaragua se viste de azul y blanco, en el marco de las fiestas patrias. La bandera se erige con mucho orgullo hasta lo más alto. Los símbolos nacionales y símbolos patrios salen a relucir en las aulas de clases.
Cada 14 de septiembre es conmemorada la Batalla de San Jacinto (1856), clave para evitar el dominio del filibustero estadounidense William Walker en Centroamérica, y el 15 por la Independencia de Centroamérica de la corona española, firmada en 1821. Por historia es válido recordar ambas fechas, pero… ¿Tenemos algún motivo para celebrar la independencia los nicaragüenses?
Una periodista en el exilio que por seguridad a sus familiares que viven acá en Nicaragua no revela su nombre, refiere que “no se puede celebrar la independencia porque no somos un país independiente, somos un país que está bajo el yugo de la dictadura, no hay independencia, no hay democracia, ¿Entonces, qué independencia vamos a celebrar?, peor desde el exilio. No vemos a nuestra familia, amigos, estamos aislados, no me parece que tenga algo que celebrar, aunque siempre uno tiene esos recuerdos, del amor por la patria, en estos días, en este mes uno recuerda nuestros días en los colegios, con nuestros hijos, pero celebrarlo es difícil…”.
Añade que cada quien puede celebrarlo si quiere, “pero no veo necesidad, porque no somos un país libre, cuando seamos libres vamos a ser independientes”.
Por su parte el cantante lírico y compositor Mario Rocha, exiliado en Costa Rica desde julio del 2018, coincide mucho con la periodista anónima, quien se marchó a España, dejando a sus hijos y familiares, y a quienes añora volver a ver algún día.
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Al consultar a Rocha, si se puede conmemorar la independencia en el contexto que vivimos, menciona que no es posible. “La independencia no es un papel que se firma, sino un estado dentro de cada individuo. Lo primordial para gozar de independencia, es la libertad, cosa que se carece en Nicaragua. Tenemos más de 200 años de vivir en una ilusión de independencia, la cual ha sido una y otra vez condenada por las diversas guerras, ocupaciones militares y dictaduras”.
Así mismo aclara que el resultado de independencia, es la consecución continua de la paz y prosperidad de los habitantes de una nación, la cual los nicaragüenses están lejos de conseguirla.
“Esto no quiere decir que sea imposible, no, sino que dependerá de la decisión de cada ciudadano del país, que se disponga a ser libre, a no seguir aceptando ser mancillado, controlado, humillado, coartado de su libertad como derecho humanitario, no permitir nunca sea normalizado un régimen déspota que cada vez más, lo único que hace es restringir las libertades para controlar al pueblo, eso, no se debe ver cómo normal; de lo contrario, las esperanzas se habrán perdido”, asegura el cantautor.
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“La independencia se logrará celebrar en Nicaragua, con todo el amor patriótico que un ciudadano pueda alcanzar, una vez se consiga derrocar a la dictadura e iniciar un proceso hacia la democratización del país, en ese momento, nuestros corazones estarán henchidos de orgullo patrio por haber conquistado nuestra libertad, ser los protagonistas de un verdadero cambio y artífices de un futuro prometedor”, refiere con aires de esperanzas, el que fue director del grupo Ars Nova, maestro de canto y músico con más de 20 años de experiencia en la tierra de lagos y volcanes.
Rocha es cantante de ópera y tiene 47 años. Es originario de Boaco. Inició a cantar a los cinco años, pero su carrera artística despegó en 1995 con la composición de “Mi Boaco”, canción oficial del centenario de su ciudad.
Desde el exilio
Rocha asegura con un rotundo NO, que es imposible festejar la independencia en el contexto que estamos y con tantos nicas migrando.
“Desde el exilio se vive un estado de desarraigo continuo; por mucho que uno esté estable e incorporado en el tejido social y cultural del país en dónde se vive actualmente, jamás será como la patria. Nunca habrá lugares de mayor acogida y deleite, como los nuestros. No existe pertenencia como tal en un lugar ajeno; solamente en tu patria uno se siente en casa. Sin embargo, la independencia uno debe trabajar desde diferentes ámbitos. Como ciudadano responsable, uno tiene el deber de seguir superando y conquistando continuamente esa libertad e independencia, para ser factor de cambio y podamos, una vez que liberemos nuestra patria del sistema dictatorial, contribuir a la reconstrucción de nuestro país”, aconseja a los nicaragüenses que están tanto dentro como fuera del país.
El cantante lírico aconseja a los artistas a que continúen con lo que tanto le apasionan. “Siempre habrá diversas maneras para lograrlo, no sé rindan, no desfallezcan jamás, es difícil pero no imposible, con decisión y trabajo arduo y constante, se alcanzan todas las metas trazadas”, expresa.
Aún duele respirar en Nicaragua
Hace seis años el escritor y músico camoapeño, Edgar Díaz decidió hacer cambios en su vida. Las razones económicas y querer experimentar nuevos rumbos, lo llevaron hacia España, donde lleva seis años viviendo. Reside en la ciudad de Alicante, España, donde le tocó vivir una de sus peores experiencias: batallar contra el Covid, al que venció por la gracia de Dios.
A sus 32 años ha sido mariachi, teatrista, escritor, jornalero, obrero y ahora emprendedor de servicios digitales. Díaz, antes de dejar tierra pinolera se dedicaba a hacer música, escribir poesía y relatos. Hizo dos años de Lengua y Literatura Hispánica en la UNAN, Juigalpa, Chontales.
En tierras europeas realizó labores de campo y después le vino la oportunidad de trabajar en la música mariachi, haciendo música mexicana por muchas ciudades y pueblos de Alicante.
Ha tocado varios instrumentos, desde el acordeón, la guitarra, el guitarrón, los que aprendió a tocar desde que tenía 14 años, cuando descubrió su pasión por la música. Además trabajó por cinco años de actor de teatro con la Compañía Teatral Campesina (Tecun Umanii), de Matagalpa, bajo la dirección de Gerardo Molinares. Ha publicado dos ediciones de su libro “Tiempos de sombras, vientos y espumas” por la editorial Nébula.
Al consultarle, si se puede conmemorar la independencia en el contexto actual del país, responde: “¿Cómo conmemorar la independencia de nuestro país cuando hay un dictador que tiene encerrado a varios presos políticos por solo decir la verdad y exigir la libertad de un pueblo?”
“¿Cómo se le explica a los estudiantes de Nicaragua que hace cuatro años fueron asesinados, que le decías a aquellos héroes y mártires que lucharon por la libertad y ahora todo se ha convertido en una de las grandes pesadillas para todo aquel que levanta una bandera azul y blanco? ¿Cómo se le explica a Alvarito Conrado que este 15 de septiembre también era su día, era su patria y que aún duele respirar? Es contradictorio celebrar la independencia de un país cuando miles de personas, sacerdotes, estudiantes, periodistas, ONG, están siendo perseguidos por la pareja presidencial y censurados solo por defender a su país y decir la verdad. ¡Eso duele, señores!”, manifiesta.
Colonizados por un criollo
Por su parte el psicólogo Róger Martínez, refiere a esta pregunta que conmemorar implica recordar un acontecimiento “y yo creo que sí podemos recordar las razones porque decidimos ser libres e independientes, y es para buscar nuestro propio destino y construirlo, ahora lamentablemente el que nos coloniza no es una fuerza extranjera, sino más bien un criollo que se ha creído cacique y ha convertido a Nicaragua en su finca, en su territorio, en su feudo y desde esa perspectiva, creo que hoy más que nunca debemos de luchar por esa libertad plena, donde todos los ciudadanos tengan la oportunidad de decidir sobre sus destinos personales y en colectivo”.
Al consultarle que si se puede celebrar la independencia en el exilio, manifiesta que “es triste ver que en nuestro país no exista libertad, verdadera independencia y más bien se ha tergiversado estos conceptos para someter al país a una ideología criminal y sostener en el poder a dos delincuentes, entonces no es algo que podamos celebrar desde afuera, puesto que lamentablemente por toda esta situación no podemos regresar libremente a como se supone deberíamos de hacerlo todos los nicaragüenses, deberíamos de tener derecho de ir y venir a como cualquier ciudadano, en un país verdaderamente libre e independiente…”, añade.
Martínez afirma que el único motivo para celebrar es que estamos vivos “y tenemos fuerza para seguir luchando un día a la vez en la búsqueda de esa independencia y libertad que necesita nuestra patria para que todos los nicaragüenses podamos tener la oportunidad de crecer, de buscar nuestras metas y nuestros sueños dentro de nuestro propio país, celebremos la vida, la fuerza y la firmeza del pueblo de Nicaragua, que ha demostrado en todos estos años que realmente quiere y va a ser libre”.
Para finalizar envía un mensaje a los nicaragüenses, que “por más oscuro que veamos el horizonte el sol siempre levanta por el mismo lugar y, así como anteriormente hemos salido de una fuerza colonizadora, hemos salido de otros dictadores criollos, también vamos a salir de esta dictadura, por encima de ésto es importante estudiarnos, qué tenemos nosotros en nuestros genes que propiciamos que individuos se suban al poder y después no quieran bajarse…”.